sábado, 28 de marzo de 2015

El propio nombre de la ley es un eufemismo de difícil digestión para una ciudadanía a la que se quiere proteger amordazándole la boca. ¿Por qué se quiere criminalizar la protesta pacífica?

Porque esta ley, más que generar seguridad en la ciudadanía, lo que persigue es evitar sobresaltos e incomodidades al poder, que es algo muy diferente. ¿Cómo es posible que los diputados de un partido, ahogado en casos de corrupción, quieran criminalizar a quienes mediante la protesta pacífica están denunciando el expolio de este país?
Ahora, con estas leyes mordazas, tratan de intimidar al mensajero a golpe de cuantiosas multas y listados de infracciones que contradicen los derechos fundamentales, lo que denota la baja calidad democrática del Gobierno.
No permitamos que unos políticos atrapados en el pantanal de la corrupción y las puertas giratorias consume esta tropelía contra la libertad de expresión y el libre ejercicio de la protesta pacífica.
BY:KUBLAIKAN

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