Jóvenes y mayores, hombres y mujeres, inmigrantes y nativos, trabajadores con contratos de duración determinada y con contratos a tiempo indefinido, trabajadores del sector público y del privado, en negro o con contrato, trabajadoras del hogar, desempleados u ocupados.
Históricamente, los gobiernos y empresarios han intentado dividirnos y separarnos, y con la excusa de la crisis aún más, ponernos a los unos contra los otros, intentando ocultar lo que por el contrario nos une y nos hace iguales. Somos los de abajo, los que cada mañana nos levantamos para buscarnos la vida. Estamos hablando de nuestras vidas, de nuestras necesidades, de nuestros derechos.
Es decir, de nuestros intereses. Divididos somos más débiles, permaneciendo así indefensos ante los ataques de los gobiernos de España y de la Unión Europea: reformas laborales y de la administración local, rescates de la banca, desahucios, privatización de la educación y de la sanidad, etc. Los gobiernos y empresarios temen a los trabajadores organizados, ya que en ese caso, tendríamos la fuerza de cambiar la situación de precariedad y explotación.
Utilizan a los desempleados como chantaje hacia los que ya tienen trabajo, para bajar los salarios y mermar los derechos de los trabajadores. Quienes plantean estos ataques, saben perfectamente que también los parados son, de hecho, trabajadores, aunque sin empleo. Este Primero de Mayo hacemos un llamamiento a los parados y ocupados a organizarse, a marchar juntos y pelear durante el resto del año por lo que es nuestro.
CONTRA EL PARO Y LA EXPLOTACIÓN:
¡MARCHAMOS JUNTOS!
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