
Cuando la policía se convierte en guardaespaldas de los poderosos en lugar de en protectores de los ciudadanos es que nuestra democracia tiene un serio problema. A muchos de ellos también les gustaría poner las esposas a los políticos y banqueros corruptos en vez de tener que seguir sus ordenes y arrestar a quienes denunciamos esta situación. Hagámoslo posible. ¡Podemos!

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