Nos habéis robado lo que nos corresponde
por derecho: habéis secuestrado la democracia y la habéis violado
reiteradas veces. Nos habéis arrebatado las conquistas de nuestros
padres. Habéis dado un golpe de estado de la mano de los mercados,
servidores del capitalismo agresivo, que rejuvenece con cada vida humana
que se lleva por el camino.
No somos los mismos que ayer acamparon en
la Puerta del Sol. La juventud y la inocencia que pudo existir en un
primer momento, ha muerto. Hemos visto demasiado. Son nuestros amigos,
nuestros primos, nuestros tíos, nuestros padres y madres, nuestros
abuelos, nuestros hijos, y nuestros hermanos, los que habéis empujado al
suicidio. Es el tendero de la tienda de abajo de nuestra casa, nuestro
vecino, quien se ha prendido fuego delante la sucursal bancaria ante la
mirada horrorizada de sus conciudadanos.
Somos nosotros los que no tenemos
trabajo, ni posibilidad de volver a trabajar. Somos nosotros los que
hemos tenido que interrumpir nuestros estudios porque ya no los podemos
pagar, quienes perderán la tarjeta de la seguridad social porque no hay
forma de cotizar. Somos nosotros, quienes permiten mantener el país en
movimiento, los que seremos expulsados de nuestras casas, teniendo que
asumir una culpabilidad que nos es por completo ajena. Nosotros somos
quienes estamos pagando las consecuencias de una crisis en la que NO
TENEMOS ABSOLUTAMENTE NADA QUE VER. Poco a poco lo entendemos y eso hace
que estemos, muy, muy cabreados.
Vosotros que os hacéis llamar gobernantes
sois los únicos responsables de nuestra desgracia. Vosotros, políticos
corruptos y vendepatrias, sois quienes habéis estado robando las
riquezas que nosotros hemos generado para el conjunto de la sociedad, y
os las habéis llevado al extranjero. Vosotros, farsantes, sois quienes
habéis privatizado las ganancias y nacionalizado las pérdidas, para
engrosar vuestros bolsillos a costa de los nuestros. Vosotros, asesinos,
sois quienes habéis empujado a numerosos civiles al vacío, y habéis
prendido la mecha de cuerpos rociados de gasolina. Vosotros que nos
habéis traicionado, y habéis traicionado la Democracia de quienes os
decís abanderados, sois quienes nos echan a los perros guardianes cada
vez que tratamos de devolver la soberanía a su lugar correspondiente. En
algún momento alguno de vosotros cometeréis un tremendo error, y será
el principio del fin.
Somos Anonymous, y hoy marchamos junto
con nuestros hermanos para recordaros cuál es vuestro lugar. Junto con
el arcoiris formado por la marea roja de los parados, la naranja de los
servicios sociales, la amarilla de las bibliotecas, la verde de la
educación, la azul del medio ambiente y la violeta de la igualdad, junto
con la blanca de la sanidad y la negra de la minería, entre tantas
otras, hemos salido hoy a luchar a nuestra manera.
No tenemos miedo. Los que caminan a nuestro lado tampoco. Y cada vez son
más quiénes no tienen nada que perder. El error os guía. El sentido del
deber nos guía a nosotros.
Deberíais habernos esperado, necios.

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